Bariloche

Estimados.
Pasaron poco más de 30 años, y de todo lo que acabo de leer, creo que falta un comentario del viaje de egresados.
De algo de eso voy a escribir.
Recuerdo muchas cosas (entre ellas la experiencia del dedo en el pan mojado con agua caliente...inigualable), pero quiero detenerme en lo que nos paso a varios cuando regresamos.
Quedamos medio tontos con un par de chicas del Paris Robertson de Montegrande (Yo principalmente) y recuerdo cuando nos hicimos la rata para ir a verlas.
La profesora de historia nos encontró en la placita de Independencia (en frente del gran Mussel), y por no saludarla, nos mando al frente.
Llegué a mi casa y mi vieja me dice: "dónde estuviste?". Obvia respuesta: "En el colegio". Segunda obvia respuesta: "Me llamaron del colegio para decirme que no fuíste".
Más allá del papelon y una vergüenza natural pero no tan sufrida en casa, lo peor ea saber cuales iban a ser las consecuencias estudiantiles.
Recuerdo que esa preocupación duró 60 segundos. "Me chupa un huevo".
Lo que no me chupo ni uno ni dos ni tres huevos fué cómo nos trataron las chicas cuando fuimos a verlas a su Colegio ....en Montegrande: CERO PELOTA.
O sea, siamo fuera de la copa!!!

Pensar que había regresado de Bariloche enamorado y con novia!!!
Una novia que duró un beso en la Plaza de Callao y MT de Alvear y no mucho más.

Dolor absoluto en el regreso de Montegrande a casa e indiferencia por las consecuencias en el Pueyrredon por la rata...Toda una expresión de las cosas importantes que dominaban mi vida en ese entonces.